En el año 324, Helena, madre del emperador Constantino, el primer emperador cristiano, vino a Jerusalén y encontró los restos de la Cruz en una cisterna subterránea. Constantino construyó la primera iglesia en este sitio en el siglo IV (la comenzó en el 326 y la consagró en el 335).
La iglesia incluye bajo su techo dos puntos importantes: 1. el lugar llamado Gólgota o Lugar del Cráneo o Calvario, que es el lugar de la crucifixión. 2. Otra colina, lugar donde José de Arimatea se compró un lote en un recinto de sepultura que era una cantera en desuso y donde está la Cueva del Hallazgo de la Cruz.
La iglesia de Constantino fue destruída en el año 614 por los persas, poco después de haber sido reconstruída. La iglesia permaneció intacta hasta 1009 cuando, excepto por el Sepulcro y la estructura sobre la roca del Gólgota, todo fue arrasado por el Califa Hakim de Egipto. Los cruzados reconstruyeron la iglesia a fines del siglo XI y lo que vemos hoy en día es básicamente de esa época.
La entrada a la iglesia es a través de una puerta simple en el crucero sur. La llave para entrar la tiene la familia musulmana Nuseibe, a quienes les confiara la custodia Saladín en 1178 para conservar la paz entre las distintas facciones cristianas. A raíz de tensiones periódicas entre la famila Nuseibe y las autoridades otomanas en el siglo XVIII, los otomanos nombraron a la famila Joude para asistir a los Nuseibe en su tarea. Hoy en día, la familia Joude aún asiste a los Nuseibe, llevándole la llave de la iglesia a un miembro de la familia Nuseibe, quienes abren y cierran la puerta diariamente.
Administración de la iglesia: Desde las cruzadas, los precintos y el mantenimiento de la Iglesia del Santo Sepulcro han pasado a manos de las tres mayores denominaciones: la griega ortodoxa, la armenia ortodoxa y la católica romana (latina). Otras comunidades - la egipcia cóptica ortodoxa, la etíope ortodoxa y la siria ortodoxa - también poseen ciertos derechos y pequeñas propiedades dentro o alrededor del edificio. Los derechos y privilegios de todas estas comunidades están protegidos por el Status Quo de los Lugares Sagrados (1852), según se estipula en el Artículo LXII del Tratado de Berlín (1878).
Encima de la entrada principal hay dos ventanas donde se puede encontrar una corta escalera que es parte de la fachada de la Iglesia del Santo Sepulcro por ‘status quo’. Esta situación surgió del hecho que las dos ventanas superiores pertenecen a los armenios y ellos tienen el derecho de su limpieza y reparación. La corniza sobre la cual se apoya la escalera pertenece a los griegos ortodoxos. En cierto momento en el siglo pasado, los armenios retiraron la escalera para realizar trabajos en las ventanas y los griegos protestaron que la escalera se hallaba en su sector. Los armenios se rehusaron a quitar la escalera - de allí proviene la situación fija actual.
