La Estrella de David – Maguén David


La Estrella de David (en hebreo: Maguén David) es un símbolo místico que consiste en dos triángulos superpuestos formando una estrella o hexagrama. Hoy en día esto se considera un símbolo judío y se conoce como la Estrella Judía. 
 
A pesar de que aparece en la sinagoga de Cafarnaúm (siglo III D.C.), en la antigüedad era predominantemente un motivo decorativo no-judío (por ejemplo en los pavimentos de mosaico romanos) y se encuentra en iglesias cristianas de la Edad Media, mientras que está ausente de decoraciones judías de la época y la “Estrella de David” no se menciona en la literatura rabínica. Con la fundación del Estado de Israel, la Estrella Judía sobre la bandera se ha convertido también en un símbolo de Israel. 

Un escudo de David se ha identificado recientemente sobre una lápida judía en Taranto en el sur de Italia, que puede ser que date de muy antiguo, incluso del siglo III de nuestra era. La fuente literaria judía más antigua que menciona este símbolo, el Eshkól Ha-Kofer del caraíta Judá Hadasí (de mediados del siglo XII), dice en el capítulo 242: “Siete nombres de ángeles preceden la mezuzá: Miguel, Gabriel, etc… ¡El Tetragrámaton te protege! Y de igual modo el signo llamado ‘El Escudo de David’ está emplazado junto al nombre de cada ángel”. Por tanto, en esta época, era un amuleto. 

En papiros mágicos de la antigüedad, pentagramas, junto con estrellas y otros signos, son a menudo encontrados en amuletos que portan los nombres judíos de Dios y utilizados como protección contra la fiebre y otras enfermedades. Es posible que la Cabalá tomara el símbolo de los Templares. La Cabalá utiliza este signo para disponer en él las diez sefirót o esferas y lo coloca en amuletos. 

Una copia manuscrita del Tanáj, fechada en 1307 y perteneciente al Rabino Yosef bar Yehuda ben Marvas de Toledo, España, estaba decorada con un escudo de David. 

En las sinagogas quizás ocupó el lugar de la mezuzá, y el nombre de “Escudo de David” podría venir de los poderes protectores que se le atribuían. El hexagrama podría haber sido utilizado originalmente también en la arquitectura ornamentaria de las sinagogas, como en las catedrales de Brandemburgo y Stendal, y en la Marktkirche en Hanover. 

En 1354 el Emperador Carlos IV permitió a los judíos de Praga desplegar una bandera roja sobre la cual figuraba una estrella de seis puntas, la cual luego se llamaría Maguén David o “Escudo de David”. En 1592, alguien de nombre Mordejai Maizel de la misma ciudad obtuvo permiso para colocar en su sinagoga “una bandera del Rey David, similar a la ubicada en la Sinagoga Principal”. En 1648, los judíos de Praga obtuvieron nuevamente permiso para una bandera, en reconocimiento por su participación en la defensa de la ciudad contra los suecos. Sobre un fondo rojo había un Escudo de David amarillo que en el centro tenía una estrella sueca. En Hungría, en 1460, los judíos de Ofen (Budapest) recibieron al Rey Matías Corvinus con una bandera roja sobre la cual habían dos Escudos de David y dos estrellas. 

Para los cabalistas, el Escudo de David representa un símbolo nacional religioso conectado con el Fin de los Días, pues de los descendientes de David vendrá el Mesías. El profeta Isaías ofreció seis definiciones del honor acordado al Mesías, que corresponden con las seis puntas del Escudo de David. Y del tallo de Jesé saldrá una vara, y una rama crecerá de sus raíces: Y el espíritu del Señor descansará sobre él, el espíritu de la sabiduría y el entendimiento, el espíritu del consejo y el valor, el espíritu del conocimiento y del temor al Señor; (Isaías 11:1-2). Asimismo, el Escudo de David sugiere las cuatro direcciones del compás: norte, sur, este y oeste, los cielos arriba y la tierra debajo. Estos corresponden al número de puntas en la estrella, con Dios en control de todos ellos.

La forma de la estrella es un ejemplo del hexagrama, un símbolo que tiene importancia para otros sistemas de fe. El hexagrama es anterior a su uso por los judíos. Su uso principal fuera del judaísmo fue y es en el ocultismo. Algunos grupos judíos ortodoxos rechazan el uso del hexagrama por su asociación con la magia y el ocultismo. Sin embargo, la Estrella de David sigue siendo un símbolo importante en el misticismo legítimo judío y la cabalá. Algunos grupos haredí (muy religiosos), como Naturei Karta, lo rechazan por su asociación con el Sionismo. Muchas sinagogas ortodoxas modernas y sinagogas de otros movimientos judíos despliegan la bandera de Israel con la Estrella de David muy prominente al frente, cerca del arca que contiene los rollos de la Torá. La Estrella de David se puede encontrar sobre las lápidas de los judíos religiosos de hace centenas de años en Europa, cuando fue aceptada como el símbolo universal del pueblo judío.

Algunos investigadores han formulado la teoría de que la Estrella de David representa la carta astrológica al momento del nacimiento de David o de su unción como rey. La Estrella de David es además conocida como la “Estrella del Rey” en círculos astrológicos y era sin duda un símbolo astrológico importante en el Zoroastrianismo.

El Profesor Gershom Sholem formuló la teoría de que la “Estrella de David” se originó en las escrituras de Aristóteles, quien usó triángulos en diferentes posiciones para indicar los distintos elementos básicos. Los triángulos superpuestos, entonces, representarían combinaciones de esos elementos. De las escrituras de Aristóteles, esos símbolos pasaron a la literatura árabe temprana, la pre-musulmana. Los árabes estaban muy interesados en la aritmética y les atraían fuertemente las historias de ocultismo y demonios. En realidad, una de las principales personalidades en la literatura árabe temprana es el Rey Salomón (en árabe: Suleimán). El Talmud Babilónico contiene una leyenda que refiere que el Rey Salomón fue secuestrado por Ashmedai, el rey de los demonios, quien logró secuestrarle robándole su “sello de Salomón” (en árabe: Jatám Suleimán), a pesar de que según el Talmud este sello era simplemente una moneda de metal con letras hebreas inscritas que significaban el nombre de Dios. Es posible que las historias de los árabes hayan cambiado el sello.

La primer aparición del símbolo en las escrituras judías fue en las escrituras cabalísticas orientales, por tanto es posible que se tratara de una transformación del pentagrama bajo la influencia árabe. Los primeros símbolos judíos incluyen el Shofar (cuerno de carnero), Lulav (rama de palmera), y la menorá de siete ramas (candelabro), pero no se encuentra ningún hexagrama en el simbolismo judío de esta época.