La Cueva de la Majpelá (Tumbas de los Patriarcas y las Matriarcas)


Abraham compró de Efrón el Hitita un campo y una cueva en Mamre. Se trata de la Cueva de la Majpelá en Jevrón, donde enterró a su esposa Sara. “Te daré dinero por la tierra; tómalo de mí, y enterraré allí a mis muertos. Y Efrón contestó a Abraham, diciéndole…la tierra vale cuatrocientos shekels de plata…y Abraham pesó la plata para Efrón…” (Gen 23:13-16).

Durante el período del Segundo Templo, Herodes construyó una estructura (Haram) sobre la Cueva de la Majpelá para proveer un lugar de encuentro y oración.

Cada una de las plataformas de bloques de piedra (el más grande de 7.5 x 1.4 metros) está colocada 1.5 cms. más atrás que la que la que la sostiene, y su margen es más ancho que el de las otras. La superficie del muro está dividida por una irregularidad calculada de los puntos de unión y por llaves de bóveda o ligaduras dispuestas elegantemente (similares a las del Muro de los Lamentos en Jerusalén). La parte pavimentada dentro de la muralla también es de la época de Herodes. 


En el siglo VI los pórticos ya estaban construídos alrededor de los cuatro costados. En el siglo X, un edificio que contenía un cenotafio (tumba simbólica) de José bloqueaba la entrada original. La entrada actual se abrió después en la muralla oriental. El edificio existente data del gobierno de Baldwin II (1118-1131). Los Canónigos de San Agustín descubrieron la Cueva de la Majpelá en 1119 debajo del pavimento herodiano. Judíos, cristianos y musulmanes solían visitar el área subterránea hasta mediados del siglo XIII. . 

Para los viajeros a la Tierra Santa, Jevrón y la Cueva de la Majpelá siempre fueron puntos importantes. Benjamín de Tudela escribe sobre su viaje a Jevrón en 1173: “Y en el valle está la Cueva de la Machpelá, si un judío paga al guardián ismaelita, le abrirá un portón de hierro. De allí se desciende por unas escaleras con una vela en la mano. Al llegar a la tercera cueva se encuentran seis tumbas. Son las tumbas de Abraham, Isaac y Jacobo, y enfrente Sara, Rebeca y Lea”. 

Los mamelucos (1260-1517), quienes expulsaron a los cruzados finalmente de Palestina, hicieron de Jevrón su capital de distrito en 1260, época en la cual aparentemente el asentamiento judío recomenzó perceptiblemente. 

Parece ser que la actitud tolerante de los musulmanos hacia los judíos que había existido en los tiempos pre-cruzados no continuó con el retorno de los musulmanes a Palestina. En 1266 se decretó que los judíos no podían entrar a la Cueva de la Majpelá y este decreto se mantuvo vigente hasta el siglo XX. Los judíos no tenían permitido el paso más allá del séptimo peldaño de una escalera fuera del edificio. 

Saladín agregó cuatro minaretes, de los cuales quedan solamente dos.

La entrada al edificio por la escalera mameluca (1) permite ver las diferentes piedras del muro que conduce a la mezquita Djaouliyeh (2) construída en 1318-1320. El pasaje a través del Muro Herodiano (3) es de principios del siglo X, cuando se bloqueó la entrada original. La tumba de Sara (6) está más adelante. A la izquierda está la entrada a la mezquita. Tankiz el Mameluco, gobernador de Siria, decoró las paredes con planchas geométricas de mármol y es el responsable de la forma actual de los cenotafíos de Isaac (16) y Rebeca (15). El friso de mármol con la escritura decorativa es también de este período. El pavimento se inclina hacia la boca de tormenta Herodiana. Esta boca de tormenta indica que el lugar en una época no había sido techado. Del lado derecho del minrab (18) está el minbar, originalmente preparado para una mezquita en Ashquelón en 1091. Cuando Saladín quemó la ciudad, envió el minbar a Jevrón. Una puerta lleva a la mezquita de las mujeres (10), desde la cual se puede ver la tumba de Abraham del siglo IX. La entrada a la parte judía es a través de la mezquita (11). Las entradas en el muro herodiano que conducen a las tumbas de José (12) y la mezquita datan del siglo XIV. Los patios son de estilo mameluco y éstos son responsables por la forma de los cenotafíos de Jacobo (5) y Lea (4).