Un gran reloj de sol vertical hacia sur está montado sobre la pared de la yeshivá (escuela religiosa) “Tzohoréi Khamma” a la altura del número 92 del Camino de Yafo (Jaffa), Jerusalén.
El Rabino Samuel Levi, un judío ruso residente de los Estados Unidos y activista por los inmigrantes a Jerusalén, construyó este inusual edificio que se encuentra sobre el Camino de Yafo cerca del mercado Majané Yehuda. En 1908, con fondos recaudados en los Estados Unidos, construyó la casa de tres pisos; los dos primeros pisos servían de hostal para 50 personas, mientras que la sinagoga Tiferet Sión ocupaba el piso superior. Un porche de madera daba al este; de allí se podía ver la salida del sol para determinar la hora de la oración matutina.
Un rasgo inusual del edificio es un reloj de sol sobre su fachada, construído por Moisés Shapira, un astrónomo autodidacta que había realizado un estudio de esta ciencia según las escrituras de Maimónides y del Genio de Vilna. La esfera semicircular del reloj tiene un diámetro de 5 metros. Su diseño es muy simple y está realizado en forma muy profesional, sin adornos ni leyendas. El reloj es muy preciso y marca los cinco y quince minutos y la media hora. Sobre él, para los días nublados, habían dos relojes mecánicos. Shapira construyó además tres relojes de sol en el balcón del tercer piso del edificio. La hora que daban era la de Jerusalén y no, como era de costumbre en esos días, la de El Cairo.
Su construcción comenzó en 1908 y el rabino Moisés Shapira (quien también construyó los relojes de sol de la gran sinagoga de Petaj Tikva) la terminó en 1917. Construyó por lo menos 15 relojes de sol en sinagogas de distintos lugares de Israel, la mayoría de ellos en Jerusalén, y la mayor parte según el método de “sun spot”; todos son de gran precisión.
El edificio resultó dañado en 1927 en un terremoto y arrasado por un incendio en 1941. La municipalidad lo restauró parcialmente en 1980.